Narrativas Interactivas

Venezuela en libros del 2022

Instrucciones: Explora la línea interactiva de izquierda a derecha, usando la barra inferior si estás en un computador o deslizando si estás en un móvil, desliza dentro de la sección de cada libro para más detalles y cómo conseguirlo.

Hecho con Padlet

Por ALIRIO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ

Durante 2022 fueron varias decenas de libros las que se publicaron “en” Venezuela. Novelas, ensayos, cuentos, poesía, textos intergenéricos, teatro, crítica, crónicas, entre otros más. No es exacto decir que todos estos libros se publicaron dentro del país, de hecho, la gran mayoría se publicó en el exterior. De allí que haya libros publicados en España, Estados Unidos, Chile o Perú; pero también libros publicados en Maracaibo, Maracay, Villa de Cura o, desde luego, Caracas. El panorama es raro porque es escaso y, a la vez, bastante diverso.

En verdad, el número de libros publicados dentro del país es realmente precario si se tiene en cuenta que se trata de apenas un año. Aunque es cierto que los datos no son definitivos, tampoco fáciles de conseguir, en Venezuela durante el año pasado quizá no se editó más de una treintena de libros. A lo que habría que agregar más o menos un centenar que publicó una editorial marabina, que es un fenómeno de excepción en el panorama editorial venezolano.

Para este trabajo me he propuesto mostrar la mayor cantidad de libros que se hayan publicado durante el año pasado, no la totalidad. ¿De dónde vienen los datos que sostienen esto? En enero de 2022 comencé a llevar un registro de los libros que se anunciaban en los medios digitales informativos y culturales, revisé sitios web y redes sociales de escritores, buenos lectores, críticos, librerías y editoriales. De este modo, obtuve los datos que muestro aquí, sin que —reitero— pretenda yo que sean definitivos.

Ahora, cuando se trata de libros pudiera decir que no es la cantidad la premisa más determinante. La calidad es el gran tema, el de fondo y el más polémico. Pienso, por ejemplo, en la literatura que ha dejado la notable escritora Victoria de Stefano y me convenzo de que uno solo de sus libros bastaría para retribuir, en calidad y goce estético, a casi cualquier lector lo que centenares de libros no podrían. Pero esto, quizá, señalaría tan solo mi gusto literario, quizá tan solo sirve para declararme abiertamente destefanoniano; mas, sin anular el problema de la cantidad, verdad es que donde hay muchos libros, evitables y olvidables suelen ser la mayoría.

No obstante, lo valioso de contar con una gran cantidad de libros, como dice un amigo, es que la oferta supere la demanda. Eso, a la larga, parece ser sano para el ecosistema de la literatura, en general, y de la lectura, en específico. Y digo parece porque, por ejemplo, en España se ha visto cómo la rotación de títulos en librerías es atrozmente dinámica. Hay libros que no llegan a estar 15 días en las librerías, libros de los que hay que salir para que entren los más nuevos. En Venezuela, esto resulta difícil de imaginar hoy.

Hace un año publiqué en el Papel Literario una selección de libros venezolanos que yo proponía para mostrar el panorama de los años 2020 y 2021. Esta vez he procurado reunir una cantidad considerable de títulos, a veces seleccionando algunos pocos cuando el sello editorial tiene muchos. En el marco de este proyecto personal, Narrativas Interactivas, propongo esta vez mostrar estos libros como en una vitrina de librería, pero acudiendo a un recurso digital. Se trata de una Línea interactiva que, además de servir de registro permanente, brinda al usuario una mejor experiencia.

De esta manera, el lector o estudioso de la literatura se encontrará aquí con más de 70 títulos que tienen como factor común el problemático elemento de la nacionalidad. Son libros escritos por o sobre venezolanos que viven dentro o fuera del país; publicados por editoriales venezolanas, dentro o fuera del país; también por editoriales internacionales, grandes y pequeñas.

Si nos quisiéramos ocupar solo de datos, los libros de poesía representan el 33% del total, mientras que las novelas ocupan el 25% y los libros de cuentos un 19%. El resto lo completan: dos libros de crítica, cuatro de crónica, dos de ensayo y ocho que yo he clasificado como intergenéricos. Hay que recordar que pudieran agregarse más libros y que son cifras de un total de 72 libros hasta la fecha.

Línea Interactiva: ver los libros como en la vidriera

En cualquier parte del mundo, las vidrieras de las librerías detienen a cualquier interesado en la lectura. Es normal pasar y comenzar a ver las portadas, leer los títulos, querer saber de qué editorial es el libro que terminó por interesarnos. Después, entrar y pasearse entre pasillos llenos de libros. Quizá haya suerte y consigamos una mesa, un café, un buen librero, algún tiempo para robar a la vida y quedarse. Salir victorioso con un libro o la lectura de algunas líneas. Se trata de uno de los rituales del placer.

Sin embargo, la actualidad digital ha puesto el libro mucho más cerca, gracias a internet, en dispositivos de toda clase. Hoy es posible tener prácticamente una biblioteca entera en el teléfono inteligente, incluso gratis. Se trata de la era de la literatura digital, de otras formas de narrativa que dejan más y variadas experiencias a los lectores. En Narrativas Interactivas no evadimos esta realidad, al contrario, queremos sacarle el mayor provecho.

Por eso, he traído este trabajo sobre los libros del 2022 en Venezuela para mostrarlos a los lectores y estudiosos de un modo único. Hay muchas listas de los libros del año en casi todos los países, pero nosotros ofrecemos este recurso digital para acercarte a lo que ha sucedido con el libro en Venezuela durante el año pasado.

Para eso he diseñado una Línea interactiva que muestra en la pantalla del dispositivo diferentes ventanas de diálogo, que a su vez contienen: las portadas de los libros, el nombre del autor, la editorial, una reseña y enlaces de interés, incluso el enlace para descargar gratis el libro, en los casos que aplique.

La Línea interactiva es un recurso digital novedoso para este propósito porque le permite al usuario navegar e intervenir para elegir lo que prefiera. En su pantalla, podrá mover las ventanas que muestran las portadas de los libros hacia la derecha o volver hacia la izquierda hasta escoger el que le interese. El usuario puede detenerse, escoger un libro y en esa ventana mover la barra vertical que está a la derecha, bajar y volver a subir para ir a la información o enlace que le interese: la reseña, datos del autor, entre otros.

Los libros no han sido ordenados sino aleatoriamente, de tal modo que el lector pueda navegar entre títulos de poesía, ensayo, novela u otros hasta conseguir el que busca, a la vez que tiene la oportunidad de conocer otros libros publicados en 2022. La experiencia es divertida, versátil e informativa. Este recurso, la Línea interactiva, es de fácil uso y funciona como archivo interactivo permanente y abierto al público.

La cuestión del libro y la literatura en el país de hoy

Es importante destacar un asunto que dimensiona la realidad del libro y de la literatura en Venezuela. ¿Dónde está la literatura? La de esos libros que aquí se están mostrando. La gran mayoría han sido publicados fuera del país, cuestión valiosa en cuanto a las posibilidades de internacionalización de la literatura venezolana, pero que, por las condiciones en que se encuentra Venezuela, la mayoría de esos libros no llegan al país.

Yo mismo no he leído algunos de estos libros que aquí presento, muchos nunca han llegado a Venezuela o, para no exagerar, se traen solamente unos pocos y, ya sabemos, esto no hace lectores. Ni siquiera como estudioso resulta medianamente posible el acceso a muchos de los libros que se publican hoy. Por otro lado, cuando los consigues, el valor, costoso o no, según sea el caso, excede las posibilidades económicas de la mayoría de la población.

Este es el horizonte editorial de Venezuela: allá al fondo los libros producidos con valiosísimo esfuerzo parecen alejarse de lectores verdaderamente imposibles, mientras montañas rojas y poderosas impiden que la mirada aprehenda. Imposible parece siquiera que los lectores puedan hacerse con algunas páginas que otros venezolanos escriben como intentando entablar un diálogo genuino. Porque la literatura es eso, una relación dialógica y polifónica —ahora pienso en Bajtín— de la lucha desigual por la libertad.

Este trabajo quiere ser espacio para reconocer a los escritores, editores, correctores, diseñadores, ilustradores, maquetadores y agentes y promotores literarios que, empecinadamente, siguen… no claudican, aunque todo apunte hacia la renuncia como única puerta abierta de par en par. Una vez más, los lectores estamos en deuda.

A los lectores y a los que aún no son lectores, pero ojalá que lo sean algún día, va este trabajo para que tengan ese lugar de agarre, silencioso y efectivo, que es la literatura. Hay quien se asoma a su ventana y no ve nada; hay quien, aún entre
barrotes, se asoma y dibuja lo que, con un libro, a fuerza de palabras e imaginación, construyó en su mente para dar sentido al reto que le propone el lenguaje a partir del acto de leer. Sí, a los lectores, este trabajo ofrece una vitrina en la que están las propuestas que artistas del lenguaje volcaron en páginas que algo están intentando.

Entonces, si este es el paisaje, ¿no tiene sentido nada? La nada parece nunca tener sentido, la pérdida sí que lo tiene, porque suele ser el principio del despertar, del caerse de golpe de la silla que nos mece. Pum. Es el sonido de la caída que impulsa a superar la derrota. En este país, el de hoy, todos perdimos, hay que repetírnoslo, hay que asumirlo y, entonces, quizá, comencemos a hacer, aunque mínimamente, lo que es necesario y urgente hacer.

Este trabajo reconoce el arrojo que muchos tienen. Pretende, vaya ambición, conectar a todos los derrotados, a esos que siguen haciendo y a los que siguen sumidos en la derrota. Leer un libro es quizá el mayor acto de libertad, es apropiarse, recrear, deformar lo escrito y, casi siempre, volver lo leído una propiedad privada que nadie puede arrebatarnos. En todo caso, lo leído es como la muerte, lo único que nos pertenece.

Los libros que en torno a este país se siguen haciendo son un signo concreto de lo que el derrotado hace por conservar la libertad que le queda. Y aunque sea poca la libertad, conserva allí todavía su condición de ser autónomo. En cuanto al estado de derrota del país, de allí no se sale con fuerza, ni siquiera con habilidad, sino con un profundo sentido del significado de la libertad. Y como dije antes, libros y libertad son una misma cosa.

La Venezuela en libros del 2022, mostrada aquí con un recurso digital e interactivo amigable a los lectores, es la que insiste en buscar posibilidades que otros quieren negarnos. Desde este espacio se quiere registrar y mostrar en todos los lugares posibles la literatura de un país hoy disperso por el mundo. De este país llevado al extremo de la precariedad en el que todavía hay quienes escriben, editan y publican buenos y necesarios libros. Y esto es lo que, desde Narrativas Interactivas, queremos afirmar.

No se trata, finalmente, de afligirse sino de aceptar e intentar otras búsquedas. De momento, es como decía Óscar Yanes, aquel gran venezolanólogo: ¡Así son las cosas!

Autor

Alirio Fernández Rodríguez (Bejuma, 1987) Es un humanista digital, profesor, escritor, editor y consultor de procesos venezolano. Estudió Educación mención Lengua y Literatura y una maestría en Gerencia Avanzada en Educación en Valencia, estado Carabobo. Actualmente, cursa la maestría en Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar en Caracas.

Es fundador de Narrativas Interactivas, iniciativa del ámbito de las Humanidades Digitales, pionera en Venezuela. Se ha desempeñado en el periodismo cultural en medios como: El Nacional, Prodavinci, Cinco8, Revista Casapaís, Revista Carátula, Revista Perpetuum. Es miembro de la fundación El diente roto y editor en Gatalejo, Agencia de producción editorial.